Sueños premonitorios

La verdad lo que voy a contar no tiene que ver con lo que muchos se imaginan que podría escribir con respecto al tema. Osea, nada acerca del fin del mundo o que les afecte. Pueden estar tranquilos. Prosigo.

En mi vida me he enamorado locamente en tres ocasiones (o bueno, tal vez más, pero no por mucho tiempo, así que no cuentan) : la primera, cuando sólo tenía 7 años (oh si, mi primer amor). El enamoramiento me duró 5 años, pero ella nunca me hizo caso, nisiquiera me hablaba. La segunda vez, de enamoré de una niña que es todo un personaje, y como era mi mejor amiga y me trajo flechada por 6 años, hay mucho que contar de eso. De hecho, sobre ella es la aterradora historia del día de hoy.

Ésta chica no era muy guapa que digamos, la verdad, pero tenía muy buena figura, y a pesar de ser algo (o demasiado) impertinente y de tener voz de pito, había algo realmente sexy en ella. Los cabrones la asediaban, y a pesar de corresponder a sus coqueteos, nunca fue una zorra, aunque así se le conocía en el salón.

La llamaré Z. , porque su nombre empieza con esa letra (duh!). Pues bien. Z. era un año más chica que yo, así que cuando salímos de la secundaria, ella aún no había cumplido los 15 años. Total, que el día que fue "presentada en sociedad", ataviada con un vestido merengoso, yo, su mejor amiga, no asistí. ¿Por qué? Pues porque mi mamá la odiaba.

Su voz, cada frase que usaba, el hecho de que me "manipulaba" y que siempre le daba todo mi dinero (pudo haberme pedido lo que fuera, yo se lo hubiera concedido), hacían que mi mamá la despreciara, y no dudaba en hacérselo notar.

Aquél día llamó a mi casa para confirmar mi asistencia, pero mi progenitora fue quien contestó. Nisiquiera me pasó la llamada, simple y sencillamente le dijo que yo no iba a ir porque tenía otras cosas que hacer. Nisiquiera se tomó la molestia de inventar algo creíble, como decir que estaba castigada, o lo que fuera, pues su intención era dejarle bien claro de que yo no iba porque a ella no se le daba la gana.

Como yo apenas era una adolescente, y cómo tal, siempre creía que todo era mucho más dramático, grave y serio de lo que en realidad era (era, era, era, era...), supuse que ese sería el fin de nuestra amistad, que jamás podría volver a verla o darle la cara a nadie de su familia...

Fue entonces cuando comenzaron los sueños recurrentes. Siempre me veía ahí, caminando tranquilamente por una calle cualquiera, sobre una banqueta muy estrecha, hasta que de repente me topaba de frente con su hermana (quien por cierto, era mucho más sexy, ya que además de buena, estaba muy bonita, pero loca). Por la estrechez de la acera, era imposible evitar el encuentro, así que tenía que saludarla, y entonces me decía "Hola, ¿Por qué no fuiste a los XV de mi hermana"?

Nunca supe que contestar. Los sueños eran demasiado reales, y antes de decirle cualquier cosa, despertaba sobresaltada. Pronto comenzó a hacerse una especie de obsesión, y me rehusaba a ir a lugares por los que sabía que podía encontrarme a Z. o a su familia, pero era obvio que no podría esconderme por siempre.

Un día a mi mamá se le ocurrió ir al cine en familia (zzzz...), y yo me negaba rotundamente a acompañarlos gracias a mi nueva fobia adquirida, ya que Z. vivía exactamente atrás de la plaza a dónde iríamos. Como sea, me llevaron a la fuerza.

Una vez ahí, la paranoia me tenía volteando para todos lados, tratando de ocultarme, pues no podría soportar que ocurriera aquél encuentro que yo veía como fatal. En eso andaba, cuando voy viendo llegar a la mamá de Z., con el hijo y la novia. Sentí que el tiempo se detuvo, y toda la demás gente desapareció. ¡Carajo!

Aparentemente, no me vieron, a pesar de que incluso entraron a la misma película. Pasé 2 horas angustiantes pensando en el momento en el que la cinta terminara y ellos se aproximaran a mi asiento a "saludar" con el puro propósito de interrogarme, pero para mi fortuna, no ocurrió. Simplemente, cuando empezaron los créditos, salieron y desaparecieron.

Jamás me sentí más aliviada. Esa noche por fin, después de varias semanas, pude dormir tranquila. En los días siguientes, no volví a tener ese espantoso sueño, ya todo estaba bien.

Entonces decidí salir con mi mejor amigo, y fuimos a la plaza que antes mencioné. Caminamos por la estrechísima banqueta para llegar hasta la entrada, platicando felices, cuando fijé la mirada en una chica bella que venía en sentido contrario. Sonreí, pues eso hago cuando veo una chica linda. Su cara comenzó a serme familiar. Cuando la reconocí, era demasiado tarde para saltar hacia los carros que pasaban a mi lado:

-Hola, ¿Por qué no fuiste a los XV años de mi hermana?



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"Una mano en el ratón, y la otra encima de la mesa"

He aquí, la forma en que hay que navegar por internet.




Sin palabras.


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Yo besé a ese niño...

Mi novia me comentó que la habían etiquetado en algunas fotos del Facebook, así que entré para verlas. Por alguna razón no me aparecían, pero di por hecho que había algún error, y enmedio de mi búsqueda (no sé ni cómo) terminé revisando las solicitudes de gente que muere de ganas de ser mi amiga y que no he aceptado porque de plano no me caen, pero me gusta tener links a sus perfiles [risa malvada].

Entonces, me topé con la cuenta de una chava con la que hace unos ayeres hubo algunos coqueteos y demás (ella, empezó, yo andaba con alguien más pero, pero...) , a quien por cierto, se suponía yo ya tenía agregada. Pronto me percaté de que era una cuenta nueva, pues la anterior ya no existía. Total, ya no pensaba aceptar porque hace bastante que ya ni hablamos, pero me llamó mucha la atención que tuviera la foto de un chico en su perfil, así que le dí click a "Aceptar", y entré a averiguar quien era.

La chica en cuestión era bisexual, y a varios de mis amigos les gustaba (entre ellos, quien fuera novio de mi prima en ese momento). Así cómo me sedujo a mi, también a dos de mis amigos (incluyendo al ex "primo"), así que debía ser un ligue nuevo.

Error. El "chavo" de la foto, era ella. Nunca me lo hubiera imaginado.

ANTES
AHORA

Caray. Cuando yo la conocí llevaba el cabello largo y ondulado, y pues nunca dió señales de querer cambiar de sexo o algo así. Ahora leo en su FB que sus amigas (que también parecen niños) se hablan entre ellas en masculino.

Y he de aclarar, que nada tiene que ver que le gusten las mujeres, pues a mi también y no por eso me visto como niño ni les digo a todos que me llamen "compadre". Quienes me conocen saben que tampoco luzco como Reese Whiterspoon en "Legally Blonde", pero mis razones tienen más que ver con el hecho de que viajo demasiado en transporte público (snif!), y la verdad no se siente nada bonito que un gordo sudoroso te pellizque una nalga nadamás porque se te ven sabrosas.

En fin... cosas inútiles con las que se topa una en Facebook.


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ADORO ser diferente!

Me encanta no ser como todos, no pasar desapercibida. Darme cuenta de que nada tengo que ver con lo que la mayoría es, lo que la mayoría quiere, lo que la mayoría piensa o siente...

Me gusta ser como soy. Entretenerme por horas ideando, imaginando, descifrando como se mueve el mundo, saber cosas que no todos saben... descubrirlas por mí misma.

Disfruto tanto cerrar los ojos, tomarme un respiro, soñar despierta durante horas con cosas que la mayoría no sueña...

Lo que para ellos es importante para mi no lo es, y viceversa.

Saber que mi música es diferente, que sus ídolos no son los míos, que su idea de la belleza y la felicidad nada tienen que ver con la mía, me hace sentir plena, feliz.


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Necesito un cambio

Me cansé de esperar que las cosas lleguen solas, que la gente cambie, y que al mismo tiempo su cambio me beneficie. Me cansé de buscar en dónde ya comprobé que no está lo que quiero, me cansé de no saber aceptarlo...

El cambio es inevitable si se quiere seguir avanzando.

No he hecho más que quejarme de todo lo que me pasa y de lo que no, pero ¿eso qué cosa buena me ha traído?

Descubrí que el mundo no es cómo yo pensaba, y de cierta forma, eso me da nuevos ánimos. Ahora sé que si siempre he creído que algo no es posible, muy probablemente si lo sea.

Quiero dejar atrás los malos pensamientos, la angustia, el odio... pues soy la única persona a la que están afectando.

Quiero olvidar lo malo, quedarme sólo con lo que a mi me hace feliz, y no por egoísmo, sino por salud mental.

Uno nunca puede darle gusto a todos, y jamás debería intentarlo cuando va en contra de sus propios ideales.

Quiero ser feliz, y ahora que lo he analizado, no hay razón alguna para no serlo.

Hay cosas que me han jodido la vida y que son tan simples de cambiar, como la desidia, el miedo a lo nuevo...pero, ¿qué estoy haciendo para lograrlo?

-Hoy me levanté increíblemente tarde, y lo que voy a hacer, es no dormir sino hasta la noche. Me gusta despertarme temprano, por eso no entiendo como es que en vacaciones siempre termino durmiendo todo el día.

-Me la paso maldiciendo a toda la gente del messenger que se conecta a cada rato y con quienes no hablo desde hace años, porque la verdad ni siquiera me agradan. E insisto yo, ¿qué necesidad hay de estar haciendo corajes estúpidos? En lugar de borrarlos, porque son muchísimos, he abierto una nueva cuenta. De ahora en adelante, sólo agregaré gente importante.

Debo admitir que me siento mucho mejor. Me gusta saber que sólo he hecho miles de tormentas en un vaso de agua, y que todos los problemas por los que me he tirado al drama tienen solución.

Ahora sé que debo de aprovechar todos los días, de disfrutar cada momento con la gente que quiero, que debo seguir adelante, pues aún estoy aquí, y hay tanto que quiero hacer...


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El rey del Parkour

Todos estos días han sido muy difíciles para mi, pero como no es nada sano seguir clavada en lo mismo, y a nadie le gusta que las personas se quejen todo el tiempo, para cambiar el tema les traigo un video que me gustó mucho. El Parkour me agrada bastante, y si tuviera un poquito más de condición física lo practicaría, pues de hecho de niña me encantaba andar saltando de un lado para otro, de cada vez más alto, sorteando obstáculos, etc.

Por intentar seguirme, mi hermano, quien siempre ha sido menos ágil, se fracturó la nariz... así que ya saben, no lo intenten en casa nada más porque sí y sin ninguna preparación.

P.D. ¡Este chico es realmente impresionante!




Vía: Lareserva.com


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No quiero decir adiós...

Hoy de nuevo soñé contigo, tal y cómo ha sido casi diario desde hace un mes, cuando todo pasó...

Soñé que había regresado el tiempo, que aún no había pasado nada, y tu te veías muy feliz, tranquilo...

Mi primera reacción al verte caminando así por el pasillo de tu casa fue correr a abrazarte, y era tan real el sueño, que pude incluso sentir la textura de tu suéter grueso, cómo solías usarlo porque ya casi siempre tenías frío, ...

Sonreíste, ibas a decir algo pero te interrumpí:

-Te quiero mucho...

En casi todos los sueños te lo he dicho, pues siento que no lo hice suficientes veces, a pesar de haberte tenido toda la vida a mi lado, siempre pendiente de lo que necesitaba, o simplemente para jugar, llevarme a pasear, comprarme todos los dulces que se me antojaban, acompañarme en mi cumpleaños, o cuando pagaste mi operación...

Tengo tantos recuerdos de ti, todos buenos: desde tu preferencia por mi, por mi familia, hasta tu sentido del humor y la agilidad de tu mente, tu forma de siempre ser capaz de ver lo que casi nadie podía, tu manera de salir siempre adelante sin importar los obstáculos, y cómo te desagradaba cuando la gente trataba de aprovecharse de los más débiles...

Recuerdo las Navidades y tus regalos, los peluches que ahora descansan en una repisa y que quisiera bajar y abrazar con todas mis fuerzas, recordando la historia de cada uno y el cariño con el que me los diste...

Recuerdo tu último cumpleaños y la felicidad que te dió verme llegar...

-¡Negraaa!-le gritaste a mi abuelita mientras sonreías- ¡ya llegó la güera!

Mucha gente no te comprendía, pues solías gritar cuando estabas feliz, decías muchas malas palabras, aunque siempre sabías cómo hacerlo con gracia. Tenías muchísimos amigos, y según lo que me cuentan, también a muchas mujeres tras de ti, cosa que obviamente, a mi abuelita no le hacía ninguna gracia.

Ella solía quejarse todo el tiempo de ti, de cosas que tenían ya cómo 50 años que habían pasado, y por eso discutían seguido. Desde que tengo memoria lo hacían, y no sé si en un principio fue para que no me asustara cuando aún estaba muy pequeña, pero me hiciste creer que era algo de lo que podía reírme. A pesar de todo, estuvieron 66 años juntos.

Aquél horrible día, en que ya todos sabíamos lo que iba a pasar, excepto ella, pues nadie se atrevió a mencionarle nada, la vi sonreír con mucha ternura y por primera vez la escuché decir que eras muy lindo... Realmente tenía la esperanza de que ibas a regresar, porque no tenía lógica alguna que no fuera así...

Pasó. Yo sé quién tuvo la culpa, y lo aborrezco con toda mi alma, pero sé que a ti no te hubiera gustado que yo cometiera alguna locura...

Durante varios días casi no comí y tampoco pude dormir más de 3 horas, tanto por la tristeza como por la rabia y la indignación que carcomían mis entrañas, causadas por un odio tan mostruoso como jamás había sentido... Las noches en que pude descansar más tiempo, fue cuando empecé a verte en mis sueños.

El día que tuve que regresar de nuevo a tu casa, no pude evitar llorar al ver vacío el lugar del sillón dónde solías estar. Me sentía además tan vulnerable y sola. Mientras, el maldito que tuvo la culpa se paseaba por todos lados como si fuera una fiesta, tal y cómo lo hizo el día del velorio y cuando te dimos el último adiós...

Lo único que me distrajo de eso fue el momento en que una tía, quién estuvo revisando tus cosas buscando una credencial oficial, me dijo que en tu cartera sólo había encontrado estampitas de santos, una que otra identificación y 3 fotos mías de cuando era niña...

Diez hijos, treinta y tantos nietos, 8 bisnietos, y sólo tenías fotos mías...

Había gente a la que quería que conocieras, dulces que quería que probaras, logros que quería compartir contigo, pues sabes que siempre fuiste (y de hecho, seguirás siendo por siempre) alguien muy importante para mi.

Gracias por quererme tanto, yo también te quiero muchísimo.

***

Descanse en paz, J.C.M.
1924-2010.


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