Siempre tengo la sensación de que no ha ocurrido mucho en mi vida,
pero cuando paso por aquí y leo mis últimas entradas descubro que
experimento más cambios de los que percibo. Por ejemplo, ya no me
dedicaré al Diseño Industrial. ¿La razón? En una plática informativa me
enteré que la escuela no iba a prepararme para sobresalir, sino que
pretendía convertirme en niña explotada de una fábrica china. Así yo no
puedo. Por supuesto, tomé la decisión de quedarme en Arquitectura, pues
de todas formas como Arquitecta puedo diseñar mobiliario (que era mi
idea original), pero como Diseñadora Industrial jamás podría crear
Arquitectura (y pues la verdad es que también me encanta).
Aparte del cambio de carrera, ocurrió otra cosa importante en el tiempo en que me ausenté del blog: tengo un año viviendo con mi mujer. Salir de casa de mis papás había sido mi más anhelado sueño desde que tenía 10 años, y qué mejor que se haya presentado ahora la oportunidad acompañada del amor de mi vida. Por el momento estamos viviendo en el departamento de la tía con la que antiguamente vivía mi chica, así que la decoración es una mezcla surrealista de nuestras pertenencias y las suyas. Como la señora se fue del país para jamás regresar, este lugar se va a rentar y mi mujer y yo nos vamos a otro espacio más pequeño pero más interesante, pues antes era parte de un despacho de Arquitectura. Ahora siempre podré usarlo para conocer gente o como tema de conversación en la Facultad: "¡Hola! Me llamo Mamba y mi casa solía ser un despacho de Arquitectos". Seré la sensación.
Además, adoptamos una Cocker de 7 años a la que encontraron vagando con collar y corte, pero sin placa. En general se porta bien, pues no es destructora ni escandalosa y las visitas la adoran, pero al principio cuando la dejábamos sola (eso incluía salir por 5 minutos o prohibirle pasar a la cocina) se orinaba en el parquet como forma de protesta, así que perdió todo derecho a disfrutar de la casa en nuestra ausencia y se queda confinada en uno de los baños. Gracias a ello ahora es un ser de luz y dejó de hacerse dentro de la casa.
Pero bueno, regresando al tema: este mes nos mudamos, y aunque estaré ocupadísima con el asunto y la escuela, no quisiera dejar de pasar por acá. Llevo horas leyendo entradas antiguas y con eso ha sido suficiente para no querer abandonar este lugar. Puede que venga sólo una vez al año, pero siempre regresaré. ◘
Aunque parezca, este blog no está abandonado.